San José, 7 de agosto de 2024 (IICA) – La Red Latinoamericana de Bioeconomía, integrada por más de 60 instituciones de diez países y cuya Secretaría Técnica y Ejecutiva es ejercida por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), acordó los principios rectores para desarrollar la bioeconomía en la región.
Se trata de un paso adelante clave para la Red, lanzada en julio de 2023 en Buenos Aires, que está integrada por los principales actores nacionales y regionales y es un espacio de discusión, coordinación y construcción de la bioeconomía. Esta constituye una enorme oportunidad para que la región lleve adelante un modelo de desarrollo basado en el aprovechamiento sostenible de sus recursos naturales.
Con la elaboración de sus principios rectores, la Red Latinoamericana se pone al nivel de los más importantes espacios internacionales, como el Consejo Internacional Asesor de la Bioeconomía Global y el G20, que avanzaron en la construcción de lineamientos para la bioeconomía. La decisión responde al consenso sobre la necesidad de que los gobiernos, la academia, el sector privado y los organismos de cooperación cuenten con guías para direccionar sus estrategias, políticas e inversiones para la bioeconomía en la región.
Los principios rectores acordados son de gran utilidad para atraer la cooperación hacia América Latina y el Caribe y posicionar esta región entre los principales espacios de la bioeconomía mundial. Giran alrededor de siete grandes pilares:
-La definición: en la región no hay una única definición de bioeconomía, pero los abordajes tienen al menos cinco elementos en común: conservación y valoración de la biodiversidad y la biomasa; incorporación de la ciencia, tecnología e innovación, incluidos conocimientos ancestrales; agregación de valor y circularidad; promoción de sustentabilidad ambiental e inclusión social en los territorios rurales.
-La razón de ser: los países y territorios de la región deben fomentar la bioeconomía debido a sus impactos demostrados en materia económica, ambiental y social y su promoción del abordaje de Una Sola Salud, que reconoce el vínculo entre la salud de las personas, de los animales y de los ecosistemas.
-Las exigencias: Los países y territorios de América Latina y el Caribe exigen que sus bioeconomías promuevan la sostenibilidad, fomenten la seguridad alimentaria y nutricional de sus habitantes, respeten los valores locales y diversidades culturales, y promuevan la sostenibilidad de la biodiversidad y la distribución equitativa de sus beneficios, entre otros puntos.
-La gobernanza: Los procesos de construcción, implementación y gestión de las bioeconomías deben incorporar a todos actores considerando tanto las diversidades culturales como las visiones y necesidades de las minorías y poblaciones vulnerables.
-Las bases: América Latina y el Caribe debe construir sus bioeconomías a partir de sus ventajas comparativas, como su disponibilidad y potencial de recursos biológicos, sus capacidades técnicas, sus desarrollos científicos-tecnológicos y sus conocimientos locales.
Las responsabilidades: La construcción de bioeconomías es una tarea conjunta de Estados, sector privado, academia, organismos de cooperación internacional y también consumidores. Cada actor tiene en sus manos tareas y responsabilidades para la promoción de bioeconomías competitivas, sostenibles e inclusivas.
–La ciencia, tecnología y conocimiento: Estas deben promover el aprovechamiento sostenible de los recursos, procesos y principios biológicos de la región y convertirse en plataformas para la construcción de las bioeconomías de la región.
Amplitud de actores
Entre los actores que integran la Red Latinoamericana de Bioeconomía sobresalen ministerios y secretarías (de Ambiente, Agricultura, Economía, entre otras carteras), centros de investigación, universidades y gremios de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Uruguay, Ecuador, México, Bolivia, Chile y Paraguay.
Entre las organizaciones internacionales están, entre otras, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), UNESCO, la Iniciativa BIOFIN del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Instituto de Ambiente de Estocolmo (SEI), el Instituto Global de Crecimiento Verde (GGGI) y el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), además del IICA.
Los principios rectores fueron elaborados a través de un proceso participativo. El primer paso fue el análisis realizado por el IICA de los principios de otros espacios internacionales e instituciones, como la Iniciativa del G20 sobre Bioeconomía y el Internatonal Advisory Council on Global Bioeconomy, que reúne a 25 de los principales referentes de la bioeconomía mundial. A partir de la recopilación de los principales temas, el IICA recogió las visiones y posiciones de los miembros de la red en encuestas y reuniones de trabajo para cerrar e producto final.
Los integrantes de la Red esperan que los principios rectores se conviertan en un marco orientador para los esfuerzos que se realicen en la región en materia de bioeconomía. Al día de hoy, seis países de América Latina (Costa Rica, Colombia, Ecuador, Brasil, México y Uruguay) han formulado y lanzado estrategias nacionales. Además, más de 18 cuentan con marcos normativos y reglamentarios en temas como biotecnología, biocombustibles, bioinsumos y servicios ecosistémicos. Para ellos, los principios rectores de la bioeconomía elaborados por la Red pueden ser útiles para aterrizar las estrategias y políticas en proyectos locales. Y, en los países y territorios donde las discusiones sobre la bioeconomía están arrancando, los principios rectores servirán para guiar sus procesos de diálogo y construcción.
Los principios rectores completos elaborados por la Red Latinoamericana de Bioeconomía están disponibles en:
http://repositorio.iica.int/handle/11324/22677
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